El catálogo de Taylor Swift se vende por cientos de millones

Posiblemente cualquier artista estaría contento de que sus antiguas canciones se hubieran vendido por cientos de millones de dólares. Pero este no es el caso de la conocida Taylor Swift que, en lugar de ello, está más bien molesta. Pero todo se explica teniendo en cuenta que la operación de venta se ha realizado sin su permiso y sin que vaya a disfrutar de un trozo del pastel.

La historia de Taylor Swift y del emprendedor musical Scooter Braun, que es quien tenía los derechos de sus primeros discos, viene de lejos. Y no es precisamente bonita. En el año 2019 Braun invirtió 350 millones de dólares en la adquisición de la discográfica Big Machine Label Group, la cual entre otras cosas tenía los derechos sobre los seis primeros álbumes de Swift.

Desde que eso ocurrió comenzó un camino lleno de dolor y terribles incidentes entre Swift y el propietario de sus canciones. Incluso parece que Braun, que es muy influyente en el mundo de la música (fue quien descubrió a Justin Bieber), utilizó el apoyo de algunos de sus amigos VIP, como Kanye West o Kim Kardashian, para presionar y humillar a Swift de distintas maneras. Lo que más le molestaba en la época a la cantante, no obstante, era que no hubiera tenido la oportunidad de postularse para comprar los derechos de su música.

Y ahora los álbumes han cambiado de menos dejando a Braun un amplio beneficio, puesto que la operación se ha cifrado en 300 millones de dólares, prácticamente todo lo que pagó cuando compró la discográfica años atrás. Ahora los derechos son de la empresa Shamrock Holdings, que está cofundada por un nieto de Walt Disney: el empresario Roy E. Disney.

Eso sí, quizá a Disney no le guste saber que Swift ha anunciado que hará nuevos másters de todas sus canciones antiguas. Y esos másters serán de su propiedad.

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