Que con la que está cayendo en el mundo entero debido al coronavirus haya una empresa como Primark que tome la decisión de abrir su segunda tienda más grande de España es algo que, cuanto menos, sorprende. Y lo hace porque al mismo tiempo que inaugura su tienda anuncia casi en paralelo grandes volúmenes de pérdidas y una situación comercial crítica.
El lugar de apertura de este Primark es, estratégicamente, una de las mejores localizaciones de la ciudad. Se trata del edificio en el que Plaça Catalunya conecta con las Ramblas, lo que viene a ser un caramelito para cualquier superficie que tenga la oportunidad de colocarse en «primera línea de playa».
Anteriormente estaba ocupado por El Corte Inglés y con anterioridad había sido la sede central del Banco Central, recordándose específicamente un episodio ocurrido en aquellos tiempos. Se trataba del año 1981, cuando un grupo de ladrones se metía en la sede del banco para atracarla. Tuvieron retenidos como rehenes a los empleados del banco y a 300 transeúntes que había en los alrededores de la calle en ese momento. El incidente llegó a todas las televisiones no porque se tratara de un gran banco, sino porque el robo duró 30 horas.
Tras ese periodo de tiempo las fuerzas especiales entraron en el edificio y todo terminó con una víctima mortal. Las teorías conspiratorias dijeron que no era una banda de ladrones al uso, sino que se trataba de un golpe gestado por la extrema derecha, debido a que el 23-F todavía estaba reciente (el atraco fue unos meses después). Nunca se llegó a aclarar el incidente de manera relacionada con esa conspiración.
El edificio ha tenido multitud de negocios con el paso del tiempo, pero se espera que Primark lo ocupe durante un largo periodo de tiempo. Tiene 4800 metros cuadrados, siendo de grandes dimensiones, pero muy inferior a la tienda de Primark en el centro de Madrid, que alcanza 12400 metros cuadrados.