Todo vale para conseguir reunir la mayor cantidad de pasajeros en el AVE y poder hacer daño al avión. Renfe ha dado inicio al proceso publicando unas estimaciones en las que informa de cómo su tren de alta velocidad le quitará viajeros al avión debido a varias razones. Una de ellas: que las medidas que tendrán que adoptar las aerolíneas para cumplir con las nuevas normas de salud serán mucho más complejas, enrevesadas y de riesgo. Por su lado, el AVE será, según su propuesta, mucho más seguro.
Según las optimistas previsiones que ha hecho Renfe van a conseguir como poco un 27% de la cantidad de viajeros que anteriormente se decantaban por el avión como sistema de transporte. Esta cifra representará una cuarta parte del total y Renfe cree que será algo «temporal». Están seguros de que dentro de un periodo de tiempo moderado el avión conseguirá ir recuperando su estado de forma y el porcentaje de viajeros que robará en ese momento el AVE al avión en trayectos domésticos se estabilizará en un 18%.
Con este «robo» de viajeros Renfe intentará mantener el tipo ante la seria y complicada situación ante la que se encuentra. La compañía menciona que no van a recuperar las cifras normales de pasajeros hasta el año 2023, incluso sumando los viajeros que van a pasar de usar el avión como transporte habitual a sacar partido al tren. La cantidad de viajeros que Renfe espera tener en 2020 será de 17,1 millones de personas, una cifra que se quedará muy por debajo de la cantidad récord que alcanzó en 2019: de 33,7 millones.
De forma paralela Renfe continúa con sus negocios alternativos y, sobre todo, la gestión de unidades de tren en otros países, aspecto en el cual la entidad ha conseguido gran repercusión, especialmente en Estados Unidos, donde ya ha contado con amplio apoyo.