Se esperaba que, ante la crítica situación de bancarrota de Dentix, Vitaldent aprovechase la oportunidad para meter mano en su grupo rival y así garantizar el monopolio. Finalmente se ha confirmado la noticia y ahora Vitaldent ocupa una posición envidiable para tener el control prácticamente absoluto de los servicios de dentistas en España (dejando de lado los profesionales independientes, por supuesto).
Dicen desde Vitaldent que ahora tienen en mente una expansión todavía superior que les permita llegar a tener entre 500-600 clínicas repartidas a lo largo y ancho de España. Para firmar ese crecimiento han anexionado un total de 76 clínicas que pertenecían a sus rivales.
La buena noticia es que la adquisición de las clínicas no se realiza solo como forma de rentabilizar esos locales ya dispuestos, sino que también van a gestionar todos los tratamientos que estuvieran pendientes. Con eso han tranquilizado a una gran cantidad de personas, ya que había nada más y nada menos que 110.000 tratamientos que todavía se encontraban en proceso. Con esto, la cadena extinta cubre un 90% de los tratamientos que tenía apalabrados con los clientes, mientras que imaginamos que tendrá algún tipo de compensación para el 10% restante que se queda en el aire.
Otro de los elementos que van a quedar cubiertos gracias a Vitaldent son más de 600 puestos de trabajo que no tendrán que irse al paro. Aparentemente, todos los profesionales que trabajaban en las clínicas de Dentix que han pasado a ser parte de Vitaldent, mantendrán su trabajo. Se tendrán que adaptar, eso sí, a las nuevas formas de trabajo que impone la cadena de clínicas dentales que se ha hecho con el control del negocio de Dentix. Pero, sin duda, cualquier medida de ajuste es mejor que tener que volver a buscar trabajo.
Con esta operación se cierra uno de los episodios más complicados que se han visto en el sector clínico en los últimos años.