Si echamos la mirada atrás, la conexión ADSL fue toda una revolución en su tiempo. Se trata de la tecnología que necesitábamos para poder navegar de forma conveniente en la red y que, a la vez, pudiéramos llevar a cabo otras acciones, como jugar online. Pero ahora, en 2021, el ADSL está acercándose a su apagado, contando cada vez con menos cantidad de líneas.
El motivo por el cual el ADSL está desapareciendo es porque el mercado está empujando al consumidor hacia la contratación de servicios de fibra óptica. Las empresas de telefonía hacen ofertas imbatibles a las que es imposible resistirse y que, sobre todo, se caracterizan por mantener los precios o incluso reducirlos, pero ganar al mismo tiempo una mayor velocidad.
Así, la fibra óptica se extiende y lo hace para que la sociedad tenga un acceso a Internet más rápido, seguro y confiable, en la línea de lo que ocurre en otros países.
Si bien hay quien defiende la teoría de que todo forma parte de un objetivo personal de las empresas para seguir generando instalaciones e intercambio de líneas, lo cierto es que el cambio del ADSL a la fibra es un mero procedimiento estándar que no guarda ningún secreto. Los contenidos online tienen un peso más elevado hoy día que hace 5 años y eso significa que se necesitan conexiones más rápidas para poder hacer su descarga o visualización.
No menos importante, los contenidos de streaming también han aumentado de forma significativa en estos últimos años y para poder reproducirlos de una manera adecuada se requieren conexiones que puedan garantizar la mejor resolución. De ello se ocupa la fibra óptica y, en especial, la disponibilidad de varios niveles de velocidad dependiendo de las necesidades de los clientes.
Así, la conexión ADSL desaparecerá pronto de España. Pero también desaparecieron las conexiones telefónicas de router y nadie las echa de menos (bueno, salvo su icónico sonido).