En el pasado la batalla que tuvieron que vivir los taxistas fue contra los conductores de Uber. Fue un momento crítico para la industria del taxi. Pero posiblemente va a no ser nada comparado con el momento en el que la tecnología pida pista con la llegada de los taxis autónomos.
De momento es San Francisco la ciudad donde se ha dado luz verde a que los taxis autónomos comiencen a circular por las calles. El programa ha recibido el beneplácito del gobierno, el cual quiere ser pionero en lo que supone llenar las calles con taxis que no necesiten conductor.
En un lugar como San Francisco, donde el tráfico es mucho más intenso de lo que se podría imaginar, habrá que ver cómo reaccionan los taxis sin conductor a la presencia de otros vehículos. Posiblemente todo sería más sencillo si el tráfico cambiara de manera completa al uso de vehículos autónomos, pero una mezcla entre conductores humanos e híbridos no augura nada bueno.
No obstante, las autoridades son optimistas y creen que este será un buen punto de inflexión para que la sociedad pueda seguir avanzando en la forma en la que introduce la tecnología en su vida. No todo el mundo ni los políticos están de acuerdo en que esta idea tenga que seguir adelante, pero ya es tarde para discutir a la vista de que el plan ha sido aprobado.
Los taxis automáticos no tendrán tantos problemas como los taxis de toda la vida, se podrán parar con facilidad mediante uso de app y llevarán a los viajeros a su destino de manera segura. Es un primer paso para que las carreteras se automaticen y que el carné de conducir comience a ser algo que cada vez genere menos interés. Si todo progresa tal y como apuntan los gurús de la tecnología, en el futuro nadie conducirá.