Si hablamos de casos de éxito basados en la testarudez y las ganas de triunfar, nadie duda de que Netflix es uno de los mejores ejemplos que se pueden enseñar en las escuelas de negocios. La empresa empezó en el sector del vídeo alquilando DVDs a domicilio, bajo un modelo original por el cual los clientes los recibían en dos horas en sus buzones junto a un sobre pre-franqueado que les permitía devolverlo. Y hoy día son los reyes del streaming.
El éxito no les ha llegado por casualidad por mucho que en nuestro país parece que Netflix apareciera de un día para otro mágicamente. En Estados Unidos a su servicio de alquiler de DVDs y venta online le siguió la implementación de un sistema de streaming que serviría como antesala de lo que ofrece la plataforma en la actualidad. Originariamente los suscriptores solo tenían determinadas horas de visionado mensuales y lo podían usar como un servicio más rápido que implicaba no tener que esperar a que el repartidor llegara con el DVD a domicilio de la película que hubiéramos elegido.
Con el tiempo ese servicio complementario de streaming fue ganando terreno y se convirtió en la norma. Hoy día curiosamente Netflix continúa ofreciendo su servicio de alquiler físico de DVDs en Estados Unidos, posiblemente como forma de ser fieles a sus orígenes y de mantener un vínculo con su historia original. Pero en el resto del mundo son conocidos por ser los máximos representantes de los servicios de vídeo por streaming.
Para que veamos cómo el caso de éxito es todavía más valioso de lo que podamos imaginar solo hay que saber que en el pasado Netflix rechazó una propuesta de compra por parte de Blockbuster. Sin duda, una buena decisión a la vista de que todos sabemos qué ha pasado con la empresa que se intentó hacer con ellos.